El navegador Firefox ha estado en desventaja frente a sus competidores directos como Google Chrome, especialmente en Windows, durante los últimos cinco años debido a su interacción con el Anti Malware Windows Defender.
Esto multiplicaba por cinco los recursos requeridos por el navegador, lo que lo hacía lento. Mozilla había identificado el problema desde mediados de 2018, pero nunca dieron sus causas hasta ahora.
Un ingeniero logró convencer a Microsoft de revisar el informe remitido por Mozilla y encontraron que la responsabilidad del consumo desmesurado de recursos recaía del lado de Windows Defender.
Con las últimas mejoras, Firefox ahora será uno de los mejores navegadores que se pueda utilizar en Windows, siendo más rápido que antes.